Dentro del ciclo Españolas por Descubrir que organiza el Círculo de Orellana en colaboración con el Instituto Cervantes, asistimos a la conferencia sobre Concha Espina impartida por su bisnieto Alfredo Pérez de Armiñán. Escritora española de profundo sentido cristiano de la humanidad, fue, probablemente, la primera mujer que vivió de su pluma en las letras hispánicas.
Concha Espina nace en Santander en 1889 en una familia culta. El padre armador de buques se arruinó. En 1892 muere su madre y dos años más tarde contrae matrimonio con Ramón de la Serna y Cueto de familia muy notable y respetada que creía tener gran fortuna en Chile cosa que no fue así y al ir a buscar esa fortuna se encontró con algo diferente. Al volver de Chile se encuentra en su segunda quiebra y empieza a sacar adelante a su familia con su novela Mujeres del Quijote de 1905. Su marido no acepta que ella sea el sostén de la familia. Se separan y ella con cuarenta años y cuatro hijos comienza su carrera literaria en Madrid. Escribe La niña de Luzmela con un lenguaje poético. A Concha Espina le distingue más la riqueza de vocabulario y su lenguaje poético que la trama de sus novelas.
De esta época data su relación con Ricardo León. Parece que fue el amor de su vida aunque no vivieron juntos. De esta época data la novela Despertar para morir. En 1914 publica La esfinge maragata y El metal de los muertos donde consigue su consagración literaria.
Se va a Alemania a ver a su hijo Ramón y de ahí surgen sus novela Tierras del Aquilón y el Cáliz Rojo, tras la noticia de que Ricardo se ha casado sin decirle nada.
Su bisnieto destaca cuatro elementos de continuidad en su vida y en su obra:
Lucha por la independencia personal, búsqueda constante del reconocimiento de la mujer como persona, sometida no solo por el otro sexo, sino sometida a la propia familia a jugar un papel del que no podía salir.
Un gran sentido social, un compromiso humano y el regeneracionismo: con una trayectoria de compromiso político extraordinariamente cambiante. Concha Espina fue partidaria del conservadurismo de la Restauración, amiga de Antonio Maura, aceptó la dictadura de Primo de Rivera, recibió honores del propio Rey, Alfonso XIII -los reyes inauguraron su monumento en Santander en vida de la escritora-, paradójicamente firma manifiesto a favor de la República, encabezado por Ortega, Marañón y Pérez de Ayala, lo que supone un cambio radical. Considerada por los gobiernos de la derecha, se enfrenta a la hostilidad del Frente Popular, adoptando una postura favorable al bando nacional.
Concha Espina fue nominada nueve veces al Premio Nobel y tres de ellas como finalista.
Con Altar Mayor le conceden el Premio Nacional de Literatura con Wenceslao Fernandez Flores, el cual rechaza. Vicepresidenta de la Spanish Society, fue muy apoyada por Gerardo Diego que escribió un estudio sobre ella.
En la última etapa de su vida, pierde la vista.
Días antes de su muerte, publicó un artículo en ABC, Palabras y muere en 1955 con 86 años.
Concha Espina fue traducida a varios idiomas, sueco, francés, alemán, ruso… Con motivo del centenario también se tradujo El metal de los muertos al inglés.
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