Salvatore Ferragamo lanza FERRAGAMO, su nueva fragancia masculina: una declaración sobre la confianza y el coraje que caracterizan a ese hombre moderno que vive con pasión y elegancia.
¿QUIÉN QUIERES SER?
Elevando los códigos atemporales de la casa con un giro fresco y contemporáneo, la nueva fragancia de Salvatore Ferragamo está creada para los hombres de mentes libres, para aquellos que siguen sus instintos y sus reglas mientras se embarcan sin vacilación en cada reto que surge. Su espíritu inquieto lo lleva a observar lo que le rodea desde distintas perspectivas, con una creatividad desbordante y una curiosidad sin límites. Como es un chico que vive en un torbellino de emociones y experiencias, conoce quién quiere ser y deja una huella imborrable allá donde va.
FERRAGAMO es la expresión absoluta de esta fuerza que se materializa en una fragancia rica en contrastes, pero también en la combinación armónica de la masculinidad y la actitud desenfadada.
LA FRAGANCIA
FERRAGAMO es una fragancia cítrica amaderada formulada por Antoine Maisondieu en la que se combina el frescor con notas vegetales para reivindicar así el origen italiano de la firma y su tradición artesana. Sin duda, se trata de una explosión cítrica muy mediterránea gracias a la bergamota y al limón, componentes que nos muestran el camino a un corazón floral donde destacan los acordes de violetas y las características notas de cuero de Ferragamo. Las notas cálidas del almizcle y el vetiver completan esta fórmula, otorgando la sensualidad que también la define.
EL FRASCO
El refinado frasco explora los motivos más icónicos de Salvatore Ferragamo, pero con una ligera actualización. La figura del frasco imita a los actuales paisajes urbanos, invitando a que descubramos sus múltiples facetas desde todas las perspectivas posibles. Una banda vertical en azul marino potencia la sensación de longitud y acoge la nueva impresión del logo a lo largo de toda la superficie. En el otro extremo del frasco, encontramos otro de los elementos representativos de la casa: la hebilla Gancini en plata, utilizada no solo como pieza decorativa sino también como una metáfora de lo que significa ser un hombre Ferragamo (entre la tradición y la innovación, lo racional y lo creativo, la fuerza y la sensibilidad). Una dualidad que simboliza una yuxtaposición palpable gracias a los detalles metálicos y a las bandas en un material que recuerda a la piel.
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