Así es Delirium, el secreto gastronómico mejor guardado de la élite financiera de Madrid.

Lucía Ruiz Lafita es la fundadora de Delirium, el catering de alta cocina que ha enamorado a celebrities, banqueros y grandes marcas de moda.
Entre sus clientes se encuentran también nombres importantes de la industria del lujo o de las finanzas. Para ellos elabora personalmente menús de alta cocina y repostería parisina, ya sea para un desayuno informal, una celebración familiar o un evento de empresa, siempre con un servicio impecable marca de la casa.

Lucía estudió empresariales en ICADE, una de las universidades más emblemáticas del país, antes de volar primero a Mexico y luego a Paris con la idea de estar más cerca de los fogones que de las finanzas.
Allí se preparó estudiando en Le Cordon Bleu y formándose en algunas de sus mejores cocinas. Después de una amplia formación internacional, volvió a España con la idea de consolidar su propio proyecto: Delirium by Lucía Ruiz Lafita.
Un catering de alta cocina y repostería parisina que basa su propuesta de valor en un exquisito trato personal, el mejor producto de temporada y una sofisticada cocina de escuela francesa pero totalmente actualizada y con un toque muy innovador.

Hoy, apenas dos años después y con una durísima pandemia de por medio, esta joven emprendedora ya cuenta con una sólida cartera de clientes y un obrador en el centro de Madrid con capacidad para cubrir eventos para más de 150 personas.
Eventos sentados, tipo cóctel o delivery, la opción que se está imponiendo en la mayoría de sus pedidos.

“A la gente le encanta recibir de forma informal y cada vez más nos piden toda la comida para llevar.

Algunos clientes la recogen directamente en el obrador; es un lujo poder tenerlo en el centro de Madrid. Otros clientes nos piden que se los llevemos todo a casa, algo que hacemos personalmente. Siempre les ofrecemos la opción de servir la comida nosotros pero también podemos enviar todo el pedido, sea dulce o salado, listo para servir. Además, también pueden alquilar nuestro propio menaje. Tenemos la suerte de contar con vajillas antiguas que son auténticas joyas, así como cuberterías de plata y también platos de porcelana antigua pintados a mano por mí”. Nos cuenta Lucía.

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