Ateniendonos a la definición de la palabra, la fotografía es el procedimiento o técnica que permite obtener imágenes fijas de la realidad mediante la acción de la luz sobre una superficie sensible o sobre un sensor. Aunque personalmente, prefiero esta otra:
fotografiar es colocar el ojo, la cabeza y el corazón en un mismo eje.
Hace ya casi 4 años que la fotografía apareció en mi vida y desde entonces no ha salido de mi cabeza. Recuerdo la primera vez que cogí la cámara, una Nikon D3200 que me regalaron por reyes, aquel objeto me pareció un sumo de botones imposibles de manejar. Sin conocimiento alguno y decidido a controlar la cámara, comencé a estudiar fotografía de manera autodidacta, a través de videos de YouTube y páginas web. De esta forma y con muchísima práctica, empecé a hacerme con el manejo de la cámara. Al principio las fotos me salían trepidadas, sobreexpuestas, no entendía eso de la profundidad de campo, la distancia hiperfocal ni el número f, pero no me importaba porque disfrutaba como un enano cada vez que cogía la cámara. Al acabo de unos meses comencé a ver resultados y he de decir que esa sensación que sientes cuando empiezas a ver que tu esfuerzo se está viendo reflejado, no tiene precio.
Continué y continué disparando, hasta llegar al día de hoy. Todo este tiempo haciendo fotos simplemente por amor al arte y sin recibir nada a cambio me ha llevado a participar en la primera edición española del Young People Program, a ser finalista de distintos concursos de carácter nacional e internacional como “por guille”, o el young wild life photographer of the year y por último pero no menos importante, ser el ganador del concurso nacional de fotografia de naturaleza que se organizaba en honor al centenario de los parques nacionales de Picos de Europa y Ordesa y Monteperdido.
A día de hoy, tras haber finalizado bachillerato, me dispongo a comenzar una nueva etapa en mi carrera fotografica, en la que estudiaré esta increíble materia durante dos años y le dedicaré más tiempo que nunca.
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