La Fundación Madrina lamenta, una vez más, el abandono de un bebé  con tan solo una hora de vida y teniendo aún el cordón umbilical, e invita a la madre a recuperarlo, si lo desea, con la ayuda de la Fundación.

Como otras veces cuando hay un delito parecido, en la tarde de ayer la policía judicial se puso en contacto con la Fundación para poder conocer si la madre que abandonó el bebé fuera una usuaria de la entidad. Esta vez el bebé está vivo, la mayor parte de las veces la policía nos enseña la foto del bebé fallecido en las cadenas transportadoras del vertedero de Valdemingómez.

Asimismo, la Fundación Madrina lamenta que en estos casos la Policía Nacional sea la única administración que contacta con la Fundación, y no sean los Servicios sociales quienes hayan derivado a tiempo a estas madres vulnerables. A pesar de ello, la Fundación Madrina recibe más de 70 derivaciones diarias de todos los Servicios Sociales; Cáritas, Cruz Roja, Centros de Salud y Hospitales, donde ingresan madres y adolescentes vulnerables.

Conrado Giménez, fundador y presidente, asegura que: “este y otros muchos abandonos y fallecimientos de bebés, se hubieran podido evitar si los organismos oficiales informarán de las ayudas privadas que ofrecen de manera gratuita entidades como Madrina”.

Ante estos hechos, la Fundación Madrina pide prudencia antes de juzgar a la madre sin conocer las circunstancias de lo ocurrido y explica que este acto de abandono por su parte no es un hecho aislado, pues en el 2018 atendieron dos casos similares cerca del Banco del Bebé. La entidad conoce el calvario que muchas madres sufren cuando llegan a la entidad embarazadas, solas y sin recursos.

Madrina tuvo en febrero de 2018 el abandono de un bebé a las puertas de su Banco del Bebé, en condiciones parecidas, horas después de que la madre diera a luz en un conocido hospital de Madrid. El bebé en este caso llevaba todavía la pulsera sanitaria, por lo que se pudo encontrar con facilidad a la madre. Esta lo dejo a las puertas de la iglesia, según la tradición de su país. Paraguaya de edad media, recién llegada de su país, le abandonó la pareja y cuando le dieron el alta verbaliza a la Fundación, dio aturdida varias vueltas por Madrid desorientada, con una previsible depresión postparto, y sin saber dónde ir. Al final, y cerca de su domicilio ya, la joven madre abandonó al bebé muy arropado y en la escalera de la iglesia –junto a la puerta del Banco del bebé, donde había una luz encendida, es por ello la madre lo dejó allí, pensando que lo iban a encontrar rápido. Ella no quería que muriese su hijo, tan solo que alguien lo cuidara.

La entidad solicitó a la Policía acoger a la madre después de su detención con la intención de diagnosticarla y tratarla para ver si podía recuperar a su hijo. Esta ingresó en un piso de acogida y recibió atención sanitaria, psiquiátrica y psicológica por los médicos especialistas de la entidad, así como formación para el empleo. Con la ayuda de los servicios de Tutela de la Comunidad de Madrid en coordinación con el equipo socio-sanitario de la entidad, la madre pudo ver a su bebé cada semana a lo largo de 3 meses, con el objetivo de que, si perduran en el tiempo la buena conducta de la madre y las visitas al bebé, pudiera recuperarlo. Desgraciadamente la madre se marchó de nuevo con la pareja tóxica que la abandonó y se marchó del recurso, pero perfectamente podría haber recuperado a su hijo al contar con el apoyo de la fundación y los servicios de Tutela de la Comunidad de Madrid.

La Fundación Madrina explica que hechos como este ocurren por varios motivos, el primero de todos en un 40% de los casos es el abandono de la pareja en madres adultas o el miedo a los padres en la jóvenes adolescentes en un 50%, le sigue con un 30% el miedo o las amenazas a perder el trabajo, también la presión de la familia que coacciona con echarla a la calle supone un 10%, las amenazas que reciben desde servicios sociales presionándolas con la retiradas de las ayudas sociales para no tener el bebé o con la amenaza que si lo tienen se lo quitan por “desamparo”, igualmente la falta de ayudas sociales que al no ser directas y universales limitan o impiden conseguirlas o incluso a tiempo supone el otro 9% de los casos. Por último, hay razones culturales en un 1% de los casos que explican el abandono de un bebé, especialmente en determinadas religiones, donde las madres embarazadas no casadas sienten miedo a comunicar su embarazo a su familia, ya que eso originaría quedar en situación de calle o sufrir represalias de la familia.

Motivos de abandono de bebés en adultos:

Abandono de la pareja: 40%

Pérdida de empleo: 30%

Amenazas de la familia:10%

Amenazas de Servicios Sociales:10%

Falta de ayudas sociales directas y universales:9%

Razones culturales:1%

Motivos de abandono de bebés en adolescentes:

Miedo a los padres: 50%

Amenazas de la familia: 20%

Miedo al futuro: 20%

Falta de ayudas sociales directas y universales: 9%

Razones culturales: 1%

Asimismo, la Fundación Madrina sugiere a la Administración central un pequeño cambio legal que salvaría la vida de muchos bebés como, “velar por el anonimato de las madres que desean entregar en adopción a su hijo; considerar violencia de género el abandono paterno de la pareja gestante, ya que la mayoría de ellos luego reclaman la patria potestad y el juez se las concede; legalizar la entrega de bebés para adopción a través de Fundaciones acreditadas, velando siempre por su integridad y el anonimato de la madre; brindar una atención ginecológica adecuada de la gestante incluso sin papeles o sin que haya cumplido los 3 meses de residencia en España; la ayuda directa y universal a la madre por bebé nacido, sin limitaciones; legalizar las adopciones semi-abiertas; una presencia física de madrina en el área materno infantil de los hospitales para el acompañamiento y atención post-parto de madres vulnerables; y el uso del BabyBox, implantado ya en otros países, una cuna especial para la entrega de los bebés”.

Madrina considera que “el derecho a la vida para esos bebés tiene que primar ante el derecho a conocer a su madre biológica, en el caso de una adopción”.

Al mismo tiempo, Fundación Madrina solicita al Gobierno autonómico poder contar con una presencia física en el área materno infantil de los hospitales para el acompañamiento y atención post-parto de madres que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y desprotección. Además, demanda una regularización de las adopciones semiabiertas y recalca la incertidumbre social que hay en cuanto a las adopciones cerradas, es decir, la que se realizan en España, que han sido un fracaso en el número. En los países donde se implanta, las adopciones nacionales suben al 10%, cuando en España es el 0%.

En este sentido, la Fundación ha detectado que algunas progenitoras no quieren dar a sus bebés en adopción al no querer dar a conocer su identidad. En España, la legislación actual obliga a identificarse al dar a un menor en adopción para que en el futuro cuente con el derecho de conocer la identidad de su madre si lo desea.

El hecho de poder entregar al hijo de forma totalmente anónima a lugares acreditados como Fundación Madrina, salvaría muchas vidas. Asimismo, Madrina considera que también sería importante considerar violencia de género el abandono de la pareja.

Fundación Madrina ha desarrollado durante más de 20 años todo tipo de servicios a favor de la infancia y maternidad más vulnerables. En este sentido, reitera y pone en conocimiento de la sociedad su Servicio de Atención a la Mujer e Infancia (SAMI), el cual está las 24 horas disponible todos los días del año. El número de teléfono 914490690, www.madrina.org, es totalmente gratuito. Gracias a este programa, se ofrece cobertura en todos los ámbitos como alimentación, casas de acogida, formación, empleo, salud y psicología, y realojos en pueblos madrina. Es decir, integra las tres áreas fundamentales de la mujer: el rol humano, maternal y profesional. Además, el servicio estudia en profundidad y tiene muy en cuenta cada problemática y realidad de la madre y su hijo para tratar de mejorar la situación a la vez que dar apoyo y acompañamiento.

La Fundación reitera que una posible solución ante estos hechos sería la instauración de las Baby Box, que son cunas adaptadas y especializadas para que se dejen a los bebés en instalaciones sanitarias y establecimientos autorizados como la Fundación.

Las Baby Box tienen como objetivo prevenir y combatir el infanticidio que se produce cuando las madres, generalmente adolescentes o con otros problemas, dan a luz completamente solas, violentadas o abandonadas, sin ningún tipo de recurso y no son capaces de hacer frente a la situación o no quieren dar a conocer su identidad. Además, en muchos casos son mujeres que han sufrido abandono, violencia, abuso, o bien son víctimas de una red de prostitución o trata de personas.

La Fundación Madrina dispone de un teléfono y Servicio de Atención permanente a la Mujer e Infancia 24h, (SAMI 91449060 www.madrina.org), con un call center que está disponible las 24 horas todos los días del año para evitar estos abandonos y atender a la madre gestante en dificultad.

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