Sierra Morena es un icono, son los orígenes, la cuna y madre de la montería en nuestro país. Esta cordillera del sur de España, que separa la Meseta Central de la Depresión Bética, está presidida desde lo más alto del Cerro de la Cabeza por la Basílica de Nuestra Señora de la Cabeza. La historia de la Virgen de Andújar y su romería son conocidas a lo largo y ancho de España,  pues se trata de la más antigua del país.
Entre los valles y ríos que confluyen desde Andújar hasta las tierras de Marmolejo,  encontramos varias fincas de renombre y entre ellas la legendaria Centenera de Spínola. Esta finca ha sido partícipe entre otras cosas de las andanzas del famoso “Solitario” de Don Jaime de Foxá y Torroba, libro en el que se recoge la esencia de la montería en Sierra Morena.
Los puestos naturales con largos testeros, los cortaderos salpicados de encinas y alcornoques que dan vistas al embalse del río Yeguas y los profundos barrancos del Píngano, una de sus manchas, hacen de esta finca emblemática uno de los lugares más insólitos y espectaculares donde disfrutar de la típica montería Española, pues es en estos valles donde se guardan tradiciones que hoy se están perdiendo.
El camino que separa Marmolejo de La Ecijana, casa de La Centenera de Spínola, empieza a cautivar a los monteros por sus grandes testeros y barrancos.

Andujar y la montería en Sierra Morena_3
Llegamos al cortijo donde nos esperan unas buenas migas que disfrutaremos mientras el capitán de la montería da las órdenes oportunas.
Andalucía nos permite hoy cazar en mangas de camisa y con un sombrero para taparnos del sol.
Con las instrucciones dadas, una vez rezada una Salve a la Virgen, gritado Viva España y recordando a los difuntos monteros como dicta la tradición a lo largo del tiempo, cada montero se dirige a su postura. Es entonces el momento en el que empiezas a entender por qué Sierra Morena y no cualquier otra, cada puesto donde va quedándose un amigo montero querrías que fuera el tuyo. A ninguno le falta un testero ni un cortadero, todos tienen su parte más sucia y más limpia, y en cada uno podemos tirar más largo o más corto. La orografía de esta finca permite colocar las posturas con seguridad y buscando siempre el escape natural de los animales.
Cómodo, tranquilo y disfrutando del paisaje y la tranquilidad que transmite el campo se empiezan a escuchar los primeros tiros sin siquiera haber soltado las rehalas. Las reses son las primeras en moverse y dejar atrás los encames. Hoy se podrán tirar machos de ciervo y gamo, además de las hembras que estipule el capitán para la buena gestión de las manchas. Quizás lo más satisfactorio sea ver la caza entrar en el puesto y tener ocasión de observar su comportamiento, mirar cómo les dan vueltas a los perros en el testero de enfrente y esperar a que cumplan para tirar, o simplemente verlas encamarse pensando que de esa manera burlarán a la rehala.

Andujar y la montería en Sierra Morena_1
La caza en esta sierra y en particular en La Centenera de Spínola permite al cazador aprender y  disfrutar. Cuando la montería llega a su fin suenan las caracolas y es momento de cobrar y marcar las reses. Es hora de reunirse con los amigos y tomar el aperitivo.
Después de comer es momento de dejar atrás La Centenera y volver a casa, es quizás lo más duro desde mi punto de vista.
Hasta el año que viene Sierra Morena,
hasta el año que viene Virgen de la Cabeza.

Por María Oriol Spínola

 

 

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